Cántame una canción,al oído, y te pongo un cubata (Sabina)

Siempre hay una canción para todos los momentos de nuestra vida y momentos con música propia.

Yo misma, mientras esribo esto, escucho Río de Rostros de Juan Carlos Romero.

Pero es que un cigarro no sabe igual cuando escuchas Sultan of Swing,

una copa no nos da el mismo placer si lo acompañas con Sabina

o una lectura si está ambientada con Ludovico Einaudi al piano.

Que en un paseo, en la más física soledad, suene en tus oidos, a todo volumen, los Lori Meyers,

es capaz de fundir su ritmo con el tuyo, y "el tiempo pasará". 

Y al volver, con Leiva, rindas tu cuerpo al agua caliente y a la espuma, esperando "La llamada".

Una cena, con ese alguien, que empiece con wonderful life, poniendo ojitos,

y acabe con María Jiménez cantando "por acariciar tu piel bronceada, me muero, me muero...", mordiéndote el labio,

seguida de "En la oscuridad" saboreando "mi cuerpo que desnudo es cosa tuya",

y lo que empezó en un tímido encuentro, acabe con la cama deshecha y las sábanas arrugadas en el suelo.

Que al dormir, simplemente, escuches tus latidos y tu respiración, creando un ritmo propio,

mientras tarareas aquella canción que escuchaste en la radio, por la mañana,

y de la que no sabes ni título ni intérprete, puede hacerte sonreír o no.

Y, aún así, se ha convertido en la banda sonora de tus sueños esta noche.

Aunque tus besos, a veces, se piensan mejor en silencio.

                                                                                                           RJP.