es porque entendiste el argumento de tu propio libro,
echas la vista hacia atrás
y ves un barullo de capítulos,
algunos que creías olvidados, otros que se cerraron sin querer,
encontrarás historias que te harán feliz
y otras que no quieres volver a leer.
Aunque todos digan que hay que ser valiente,
nadie nos enseña a enfrentarnos a los miedos,
muchas veces nos perdemos en caminos
que ni siquiera eran los nuestros.
Aprendemos a base de ensayo-error,
a veces, demasiado tarde.
Subraya los consejos de la gente que te quiere,
ponle un asterisco a lo que no te convence,
copia y pega cada batalla ganada
y manda a la papelera las puñaladas por la espalda.
Guarda ese libro como tu mayor tesoro,
quiérelo y respétalo,
no dejes que escriban en él manos ajenas,
ni lo pongas nunca en venta,
hay historias de las que aprendemos por ensayo-error,
pero, a veces, acierta.
RJP
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