domingo, 9 de agosto de 2020

Conmigo al fin del mundo

Que ahora sea una mujer alegre el 90% del tiempo, es porque ya presencié ríos de lágrimas frente al espejo, a pesar de no necesitar nada, me sentí vacía, a pesar de estar rodeada de gente, me sentí sola.

Me acomodé en la oscuridad, aún sabiendo que no era un lugar seguro, pensé que la tristeza atraería el amor que reivindicaba, no aceptaba que llegara un domingo y mi mejor plan fuera hundirme en mi propia soledad.

Pero aprendí a lamer mis heridas, a escalar hasta salir a la superficie, a sonreírle al mundo para que el mundo me sonriera, entendí que era necesario conocerse a uno mismo para ser la persona que quieres ser. Así que, aprendí a vivir conmigo, a estar donde quiero y con quien quiero, a contar historias de las que sólo me río yo, a decir lo que pienso, sin dañar a nadie, aprendí que el mejor sitio era el que estoy ahora mismo, porque así lo elegí, que lo que piensen de mí es sólo la opinión de una ínfima parte de la población mundial, que el compromiso lo tengo con mi persona, y que, conmigo, voy al fin del mundo.


                                       RJP

2 comentarios:

Cabrónidas dijo...

En cualquier viaje, solo llevar lo indispensable.

Rociojimenezp dijo...

Eso es!!!

Atrévete

Si nunca te has sentado frente al mar en silencio dejando tus pensamientos de banda sonora, te lo recomiendo.  Si no has viajado en silencio...