y llevarme tus secretos conmigo,
para que nadie sepa lo que hablamos aquella tarde de invierno,
mientras nos reíamos del frío que hacía afuera,
y lo mucho que abrigaba la vieja manta que guardabas bajo la cama.
Quiero sentir el efecto del vino,
cuando nubla la incertidumbre,
cuando todo parece que lo hacemos bien,
cantar, bailar, reir, besar...
Y despertar con el susurro del café,
la mentira piadosa de haber dormido bien,
el olor de la mañana que acaba de aparecer,
tu sonrisa inocente que sabe a querer volver.
Porque eres la canción que aún no se ha escrito,
el libro que nunca quisiera acabar,
un bonito día interminable del polo norte
un paseo en la playa escuchando el mar.
RJP
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